expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

30 de noviembre de 2010

cincuenta y cinco.

-Has llamado al (...) 
-Hola en este momento no te puedo atender, lo más seguro es que este lejos, muy lejos de aqui, en alguna azotea desierta, en alguna calle vacia con olor a asfalto mojado, o quizas este asomada en la ventana fumando un cigarro mientras intento sacarte de mi cabeza.
Pero para que si ambos sabemos que es en vano, deseamos estar juntos pero necesitamos estar separados.
Puede que este en el mirador, ya sabes ese sitio que me gusta tanto, ese al que voy cuando quiero estar sola, ese en el que no hay nada solo tú y un horizonte infinito que te invita a volar, a sobrepasar el mar y a mirar de frente el cielo.
Pero lo más seguro es que si que esté en casa, que haya oido tu llamada pero no haya reunido el valo rsuficiente para coger el teléfono y decirte:
-Es la primera vez que necesito algo realmente, es la primera vez que me voy a dar sin limites.

29 de noviembre de 2010

cincuenta y cuatro.

¿Qué pretendes? ¿Qué quieres que haga yo ahora? ¿Por qué? ¿Por qué ahora?.. 3 meses que llevo sin ti, y sin duda alguna te podría decir que de estos 90 días justos, 89 he estado pensando en ti, día tras día, segundo tras segundo.. me arriesgué en su momento, y lo conseguí, fuiste mío, solo mío.
Pero todas las rosas tienen alguna espina, y justamente la tuya me dio donde más me dolía, 
-¿Me hablaras, verdad?. -Claro, esto no va a cambiar nada entre nosotros. 
Vaya falacia más grande, que gran mentira.. ¿que no iba a cambiar? por ese motivo pasas delante de mi cara sin ni siquiera mirarme, ni dirigirme una de esas miradas que tanto me hacían erizarme. 
Pensé en decírtelo, no podía pasar más tiempo de esta manera, no podía pasar tantos días sufriendo, sabiendo que a lo mejor el mejor remedio era tu vuelta, y lo hice, si, lo hice. Me volví a arriesgar, pero esta vez fracasé, lo dejaste bien claro: "No quiero".. dios, que dolor, cuánto lloré, pero decidí después de esas palabras enterrarte en lo más fondo, y seguir para adelante, y lo conseguí. Pero, ahora que lo he conseguido.. ¿me vuelves con estas? ¿ahora si que me quieres? ¿ahora te molesta que sea feliz con otra persona? no sé lo que pretendes apareciendo de la nada y diciéndome todo esto que me dices, pero, solo te puedo decir que: "los trenes pasan tan solo una vez" y el tuyo pasó dos, y no va a haber una tercera, es tarde. 
Pero eso si, recuerda que te quiero.

27 de noviembre de 2010

cincuenta y tres.

Él, le encantaba, le volvía loca, era algo superior a ella. Y si, era totalmente de ella, aquel tan deseado por algunas, aquel tan famoso en su barrio, todo todo y todo, era suyo.
Nunca se habría imaginado que acabaría con él, y mucho menos que dejaría algo tan importante para poder estar juntos. Y es que era el típico conocido de todos los barrios, ella era simplemente una más (si, como en una película pensaréis, pero no, esta está basada en hechos totalmente reales). Ella fue notando poco a poco detalles, que pasaba por alto, detalles a los que no le dio ni mera importancia. Hasta que un día, lo consiguió, era imposible, inimaginable lo que estaba presenciando, ¿ÉL con ELLA?
Se lo pensó más de una vez, para que mentir, pero porque se sentía insegura y con miedo de la "fama" que él tenía, pero decidió arriesgarse, total, si no arriesgas no ganas ¿verdad? pues ella se arriesgó, pero se juró a si misma no enamorarse, demasiado tarde, ya lo había hecho.

26 de noviembre de 2010

cincuenta y dos.

Pensaba en ti constantemente, y tú en mí. Estábamos sincronizados, cuándo tú te acercabas, yo me acercaba; cuando tú me besabas, yo te besaba…
Te quería, y lo sabías. Pero esas dos palabras, ocho letras, no daban salido de mi boca. Esas dos palabras eran mucho más fuertes que un simple “bésame”, y por ello, ese miedo atroz a equivocarme.
Pasaron los días y nos fuimos distanciando y, contradictorio o no, cuánto más me alejaba, más te conocía y más te necesitaba cerca.
Pero cuando esas dos palabras salieron de mi boca, era demasiado tarde. Fue entonces cuando comprendí la expresión “un amor de verano”. Tú lo habías sido.

cincuenta y uno.

+Puede que nos veamos otra vez. Veo que tienes argumentos muy interesantes... 
-Te he dicho ya que eres un cerdo? 
+Si creo que si... Entonces, paso a recogerte mañana por la noche. 
-No podría. Creo que no podría resistir otra noche como esta. 
+¿Porque, no te has divertido? 
-¡Muchísimo! Yo hago siempre la camomila, todas las noches. Procuro que la policía me persiga durante un rato, me arrojo de la moto en medio de un campo desconocido, me dejo perseguir por un perro rabioso y, para acabar, me tiro sobre un monton de estiércol. Luego me revuelvo un poco en él y a continuación regreso a casa en sostén y bragas. 
+Con mi cazadora encima.
-Ah, claro, lo olvidaba.
+Y, sobretodo, no me has dicho una cosa. 
-¿Qué? 
+Que has hecho todo esto conmigo.

21 de noviembre de 2010

cincuenta.


— No puedo –le dije— ¡NO PUEDO!
— ¿Seguro? –me preguntó el gordo.
— Sí, nada me gustaría más que poder sentarme frente a ella y decirle lo que siento... pero sé que no puedo.
El gordo se sentó a lo Buda en esos horribles sillones azules de consultorio, se sonrió, me miró a los ojos y bajando la
voz (cosa que hacía cada vez que quería ser escuchado atentamente), me dijo:
— ¿Me permites que te cuente algo?
Y mi silencio fue suficiente respuesta.
Jorge empezó a contar:
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí
como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.
Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a alguna tía por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. — Hice entonces la pregunta obvia:
— Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca...
y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre— que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
—Y así es, Demián. Todos somos un poco como ese elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas “no podemos” simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna vez, probamos y no pudimos. Hicimos, entonces, lo del elefante: grabamos en nuestro recuerdo: ¡NO PUEDO... NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ!
Hemos crecido portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. Cuando mucho, de vez en cuando sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos el estigma: ¡NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ!
Jorge hizo una larga pausa; luego se acercó, se sentó en el suelo frente a mí y siguió:
Esto es lo que te pasa, Demián, vives condicionado por el recuerdo de que otro Demián, que ya no es, no pudo. Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón...

cuarenta y nueve.

Creo que a algunos les da miedo pensar que las cosas pueden ser distintas. El mundo no es exactamente una mierda.
Alguna gente está acostumbrada a las cosas como están y aunque estén mal, no pueden cambiar. Y digamos que se rinden.. Y cuando se rinden, todos pierden.

cuarenta y ocho.

"Es Woody, mi amigo de hace tanto que ni me acuerdo, es valiente, como debe de ser un vaquero, es bueno e inteligente, pero lo que le hace especial.. es que no defrauda a nadie, nunca, él siempre estará a tu lado, pase lo que pase"

cuarenta y siete.

Es difícil superar los obstáculos, seguir adelante sin mirar atrás. No se trata de olvidar, pues todo puede volver, se trata de aprender a vivir con tus errores, de asumirlos y aprender, se trata de convivir con tu pasado, sin tener miedo al futuro.

cuarenta y seis.

 "La magia de librar batallas más allá de lo humanamente soportable se basa en lo mágico que resulta arriesgarlo todo por un sueño que nadie más alcanza a ver, excepto "

cuarenta y cinco.

¿Qué hacer? ¿Qué hacer cuando llevas tanto tiempo deseando que ocurra algo, y justo en el momento en el que tienes esa oportunidad, algo, aunque sea mínimo te lo impide? ¿Qué hacer cuando necesitas algo prohibido? Cuando necesitas algo imposible.. pero, no inalcanzable. Cuando lo que quieres es recíproco, pero las circunstancias no son las adecuadas, ¿qué hacer?.

cuarenta y cuatro.


Comprensión, ella solo pedía eso. Lo estaba sintiendo, sentía como cada palabra le arañaba el corazón,hasta llegar al fondo.
-Lo siento.-dijo cuando su voz no podía articular casi palabra, lo dijo muy bajito,por que no podía decirlo mas alto-..no quería que esto acabara- la voz se le corto, creía que en ese momento el mundo a su al rededor se caía a pedazos y ella no podía hacer nada para evitarlo.
Se dio cuenta en ese instante de que ese era el momento mas difícil al que jamás se había enfrentado, pero tenía que hacerlo.
Levantó la cabeza, le miró a los ojos y a continuación cerró los suyos, no quería ver la cara que pondría él , cuando le dijera todo aquello, que había estado meditando día y noche.
Y dijo todo lo que sentía, todo lo que el no quería oír, todo lo que ella no quería decir. Hubo un momento de silencio, ella no podía abrir los ojos, esperaba una respuesta suya.
Él no sabía que responder ante todo lo que ella le había dicho. Imagino ella, pero sintió su mirada, aunque aun ella siguiera teniendo los ojos cerrados, sintió como la impotencia de él , de ver que no podía hacer nada emanaba de sus ojos en forma de olvido, como el cerró los ojos cuando ella los abrió, ella buscaba una respuesta y solo hayó un rostro que no quería saber nada más de ella.
¿Cómo puedo ser tan tonta?-pensó, cuando vio que lo perdía, pero no podía hacer otra cosa, ya lo había intentado todo para no perderle y había sido imposible
-Lo siento -volvió a repetir, esta vez toda ella se vino a bajo definitivamente, su único apoyo era él y lo había apartado de ella para siempre, no quería ni pensarlo, ella le quería y aunque le dolía y mucho, que e ahora solo sintiera eso por ella, sabía que esto era lo mejor, que ella era demasiado para él y que encontraría a alguien perfecto.
En ese momento se imaginó a él con otra, riendo y siendo tan feliz como cuando lo conoció, y su corazón dio un vuelco y se rompió en mil pedazos, querría que ese amor fuera suyo para siempre, pero sabía que no podía ser, aunque ella quisiera. Decidió que nunca más se volvería a enamorar, era demasiado doloroso cuando tenías que separarte de la persona a la que amabas, y como no quería pasar por eso decidió que siempre estaría enamorada de aquel chico que una vez le robo el corazón y el cual ahora se lo había llevado con el..

cuarenta y tres.


Me gustaría ser como un ordenador, me gustaría poder eliminar las cosas que me hacen daño, así, con un simple clic en eliminar, me gustaría poder poner en mi fondo un paisaje colorido , aunque por dentro este repleta de virus, me gustaría poder eliminar recuerdos como canciones que ya he escuchado demasiado y que siempre que le doy a reproducir salen las primeras , me gustaría poder instalar la alegría como un programa y poder ir actualizándolo con momentos junto con los que me rodean , me gustaría poder ir cuando me apetezca a hablar con esa persona que tanto hecho de menos, como en el messenger , y ponerme en desconectado para que no me vean pasarlo mal , me gustaría bloquear a aquella gente que en algún momento me a fallado al igual que me gustaría poder dejar un mensaje privado en los buzones de quien yo he fallado, explicándoles el porque, y si en algún momento me caigo, que me lleven a arreglar y en unos días lista como si nada hubiera pasado.
Después de todo, los ordenadores se rompen y los arreglan, la gente enferma y se cura. Lo mejor que podemos hacer es respirar y reiniciar.

cuarenta y dos.


-Hola, Fer.
-Hola, Cris.
-¿No me preguntas que tal estoy ?
-No , eso se ve.
-¿Como que se ve?
-Si, en ti siempre se ve, eres feliz aunque el mundo a tu alrededor se este cayendo a pedazos.
-Bueno se hace lo que se puede y...
-...no siempre eres feliz cuando sonríes - le termino la frase , como si supiera realmente de lo que hablaba.
-No eso no es así , tu sabes que yo siempre sonrió, por que soy feliz y me has visto estar seria, aunque hayan sido pocas veces.
-Ya... pero es imposible que siempre seas feliz , yo lo he intentado y no puedo conseguirlo.
-¿Y porque no lo voy a ser? Tengo cosas que muchos querrían tener , tengo amigos , tengo una familia , y ahora mismo no necesito mucho mas.
-Ya , pero no tienes muchas otras cosas.
-Ves...hay esta tu problema , solo piensas en las cosas que no tienes y en lo mucho que te gustaría tenerlas , por una vez disfruta del presente, piensa en lo que tienes y la suerte que tienes por ello , piensa que quizás mas adelante cuando tengas esas cosas que quieres ahora , ya no puedas disfrutar de lo que tienes en este mismo instantes, mientras hablamos , piensa que si no disfrutas ahora, quizás no lo hagas nunca.
El se quedo callado , no sabia que responder, se había dado cuenta de el tiempo que había desperdiciado por pensar en las cosas que no tenia, o que había perdido , sin decirle nada a Cris , se dio la vuelta y empezó a correr.
-¿Donde vas?- le gritó
-A disfrutar del tiempo perdido...Gracias-Contesto , mientras seguía corriendo.
-De nada...Hacer felices a los otros es otra forma de conseguir la felicidad , pero esa ya te la enseñare cuando disfrutes de lo que tienes ahora...-Susurro ella, mientras se formaba en su rostro un sonrisa de satisfacción

cuarenta y uno.

Es más fácil ser valiente cuando no dejas nada ni a nadie detrás.

cuarenta.

Que si, que vamos para adelante, que tengo que empezar a salir del hoyo, empezar a dejar de pensar, de dejarme de ralladas, tonterías, sentimientos y mierdas de esas.. que hay que empezar a sonreír y cada día más y más.
Tenemos que darnos cuenta de lo que de verdad importa, que es la gente que está todo el día a tu alrededor, aquellos que conviven la mayoría de los días contigo, a tu lado, que te ayudan a levantarte y soltar una sonrisilla. Porque aunque no lo parezca, ellos son los que de verdad te ayudan en el día a día, los que de verdad están ahí cuando lo necesitas, los que están continuamente sacándote esa risa, los que están diariamente animándote y haciendo cualquier cosa o tontería, con los que tantos recuerdos tienes.. ¿Qué haría sin vosotros? en serio, gracias por esas clases, esos recreos, esos ratitos libres, esos cambios de clase, porque de verdad, aunque no lo creáis, me ayudáis siempre, tan solo estando conmigo.
Nos pueden llamar locos, tontos, lo que quieran.. pero sabemos lo que es divertirnos, así sin más, no necesitamos nada ni a nadie, simplemente nuestra compañía e imaginación :) Por esas sonrisas que conseguís sacarme todos los días.
Pero también está esa gente a la que no ves tanto, pero que cuando estás junto a esas personas, no las sueltas ni un momento, disfrutas del poquito tiempo que tienes, lo disfrutas al máximo para que te dure toda la semana.. y poder recargar las pilas los fines de semana.
Gracias, gracias y GRACIAS, a toda la gente que me rodea, a la que está en el día a día, a la que está los fines de semana, a las que se intenta estar juntos pero no se puede, a todas las personas a las que les importo, y que me lo demuestran, que es lo importante, muchas muchas gracias


treinta y nueve.


Finjo que no sé, y que no has sabido. Finjo que no me gusta estar contigo.. y al perderme entre mis dedos
te recuerdo sin esfuerzo. Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos.

treinta y ocho.

Esto es increíble. Es increíble esta sensación. Increíble lo que me haces sentir, las ganas locas que tengo de ti, las ganas de volver a tenerte aquí a mi lado. Te acabas de ir, y mientras me giraba y cerraba la puerta, ya estaba pensando en la semana que me espera, ya estaba contando en los días para volver a verte. 
No estábamos solos, sino, sin duda alguna, me habría entregado a ti. Tantas ganas de que me abraces, de que me protejas del frío, de que me cuides y de que me mimes, de que estés pendiente de mi, de besarte, de probarte. 
Pero es todo tan difícil y complicado, no puedo pasar los días entre semana con esta ansiedad y estos nervios, deseando que llegue el sábado para poder calmármelos. Hay una cosa que tengo clara, por encima de todo, de todos, de la situación, del ¿qué dirán? ¿cómo se lo tomarán? Por encima de todos los prejuicios, por encima de todo, sé que te quiero, y que has hecho crecer algo muy grande en mi, algo de lo que pueda arrepentirme en un futuro, pero es que me es imposible resistirme.

treinta y siete.

Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo..

17 de noviembre de 2010

treinta y seis.

Porque me da igual, lo que piense mí alrededor, no saben lo que siento sin ti. 
Sin ti mi silencio es soledad. Mis lágrimas ahogan el mar. 
Tú eres el lugar en el que quiero estar. 
Sé que es difícil de explicar, así que mejor siéntelo
Piérdete conmigo en un lugar que jamás existió.
Y pasan los días, aunque quiero que sean contigo.
Siguiendo este camino, me llevó hasta ti el destino.
No paro de pensar en ti desde una habitación.
Se pelean por ti mi alma, mi cuerpo y mi corazón.  

Las agujas del reloj avanzan lentas sin ti.
Mi mundo muere en un sueño de papel sin fin.  
Sentir como se detiene el tiempo ahora.  
Y si recuerdo tu mirada es por que hablaba sola.  
Mi alma se consume escribiendo en nunca jamás,  
Relleno paginas vacías con lagrimas y un quizás.
Ojalá sea cierto que te tengo cerca.
Vivir contigo en un cuento del que nadie se de cuenta.
Sueña despierta que yo viviré contigo en sueños.  Letra de Sin ti - Porta - Sitio de letras.com
Vamonos lejos, perdámonos entre nuestros besos
No quiero que te vallas.
Susúrrame al oído algo parecido a: siempre estaremos unidos.

Tuyos son mis secretos, tuyas son mis palabras.
Mio es el castigo de alejarte más.
Tú eres mi principio que nunca tendrá final.
Soy delicado como una rosa tan frágil como un cristal.
Y es que sin ti siento que no tengo ganas de nada.
Cierro los ojos para ver esta realidad lejana.  
Como la distancia que nos separa en el tiempo.
Lo siento si sufrí sin ti en este amargo silencio.
No hay día que no piense en ti.
Gracias por tu do de cosas..
Gracias por una historia de dos tan maravillosa.  
Y me da igual lo que piensen de mí  
Todo mi alrededor, todo se quedó corto al intentar expresarte mi amor.Y la verdad que yo ya no sé, no quiero estar sin ti.   
Tú me enseñaste amar, a saber lo que es ser feliz.

16 de noviembre de 2010

treinta y cinco.

-Gracias..
-No me tienes por qué dármelas.
-Dices eso porque no sabes el tremendo efecto y la increíble consecuencia que has causado en mi, muy adentro.

15 de noviembre de 2010

treinta y cuatro.

Eh tío, esto que siento por ti tiene que tener algún nombre..

treinta y tres.

Quiero verte enseguida, no sé como reaccionaré, pero quiero verte, abrazarte, y besarte

treinta y dos.

Most people, given a second chance, fuck it up completely. It’s one of those laws of the universe that you can’t shake. People, I have noticed, only seem to learn once they get their third chance—after losing and wasting vast sums of time, money, youth, and energy.
-----------------------------------------------------------------------------------------
La mayoría de las personas cuando se les da una segunda oportunidad, mandan a la mierda todo por completo. Es una de las leyes del universo que no se puede remover. La gente, me he dado cuenta, que sólo parecen aprender una vez que consiguen su tercera oportunidad, después de perder y perder grandes sumas de tiempo, dinero, la juventud y la energía.

treinta y uno.

Quiero seguir, lo sabes, no quiero frenar.. pero soy realista, y puedo perder.

treinta.

No sé que hacer, no sé si tal vez me ilusiono demasiado contigo, cuando alomejor lo voy a pasar mal, no sé que hacer, sigo a delante, a por todas, ¿me arriesgo aunque despues falle y sufra? ¿o tengo que frenarme? ¿espero a que tu decidas? No sé.

veinte y nueve.

Todo esto yo creo que es un sentimiento importante hacia ti, creo que te quiero.

veinte y ocho.

Espero que esto siga así, no quiero parar nada, no quiero frenar, no quiero cortarme.. quiero disfrutar y quiero ser yo, quiero hacer lo que quiera, y ahora mismo, estoy haciéndolo.

veinte y siete.

En cuanto me hablas me cambia la cara, siento un cosquilleo incontrolable, y te echo de menos cada vez más.. así que pon lo que quieras, que seguro me va a alegrar..

14 de noviembre de 2010

veinte y seis.

Ojalá tuviera la magia de dejarte así siempre.. lo voy a intentar.
Es que si esto no fuera a más.. si no te volviera a ver nunca.. te tendría que dar las gracias solo por hacerme sentir tan feliz como lo soy ahora me río sin motivo(L)
Así que imaginate si esto va a más, ¿cabe tanta felicidad en una persona?

Te quiero ♥ y voy a relajarme que me ilusiono demasiado :$

viente y cinco.

Tienes esa maldita fuerza que me ha enganchado y no me va a soltar. Tu olor me inspira. Tu voz me incita a que mi risa nazca sin pensar, a que mi estómago esté cerrado y me hago daño porque se que no estás. 
Si pudiera tenerte y quererte a la vez. Si tuviera tu amor no lloraría por ver que no te tengo y me pierdo y te quiero tener. Si estuviera a tu lado moriría por ser ese que cuida de ti ese que sueña con ser tu amor eterno ese trozo que quiero tener que quiero tener.
Es cada gesto una obra maestra que tú regalas sin saber por qué, que lo que nace y que tienes dentro es todo arte que haces sin querer, mirar tu cara es mirar un sueño que está a mi alcance y no puedo tener que no me quieras me duele y siento que no te tengo y te quiero tener.
  

11 de noviembre de 2010

veinte y cuatro.

Que ya me  he cansado de las cosas fáciles . Que no merece la pena darlo todo así, sin más.

viente y tres.

Es una locura, lo sé. Es algo prohibido, y no me explico el por qué no puedo dejar de intentarlo. Terminaré por dejarlo todo y seguir hacia adelanteCada palabra , cada gesto, cada mirada, me vuelve a perder.Esto no es algo normal.. No puedo depender tanto de alguien.

9 de noviembre de 2010

veinte y dos.

-Vaya- sonrió al fin.- He quedado como un auténtico imbécil.
- No, no has quedado como un imbécil, pero no me lo esperaba.- dije sonriendo yo también.- Marcos, de veras lo siento, yo...
- No, no me digas nada más.- dijo levantándose y poniéndose el abrigo.
- No te vayas por favor.- supliqué casi llorando.
Sonrió nuevamente, se acercó a mí y me dio un beso en la frente. Empecé a llorar, sentía que algo se había roto entre nosotros y que nunca se arreglaría, no quería perderle, no quería que se fuera, quería que siguiera siendo mi Marcos, el que siempre estaba cuando le necesitaba. Pero no. Salió de mi casa y yo me derrumbé llorando en el sofá, deseando despertarme y que todo hubiera sido un mal sueño.

veinte y uno.

Llegan momentos en los que ya no sabes ni que pensar. No queda más remedio que ir hacia alante, y quiero hacerlo, pero cuesta.

6 de noviembre

Otro año más a cuestas, felices diez y siete

1 de noviembre de 2010

diez y nueve.

Querida Claire: 
Y y si, son dos letras que en sí mismas no suponen ninguna amenaza, pero, si las colocamos juntas una al lado de la otra podrían atormentarnos el resto de nuestra vida, ¿y si..? ¿y si..? ¿y si..?, no sé como terminaría su historia, pero sí que sintió un gran amor porque nunca es demasiado tarde, si entonces fue grande, ¿por qué no iba a serlo ahora? solo le falta valor para seguir a su corazón. No sé lo que se siente al amar como Julieta, un amor que abandona a sus seres queridos, un amor por el que se cruzan océanos, pero quisiera creer que si alguna vez lo siento, tendré el valor de aprovecharlo.
Claire, si usted no lo hizo, espero que algún día si lo haga.
                                                                   Con todo mi amor:
                                                                                                                                           Julieta