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27 de mayo de 2011

ciento y tres.

Me encanta tu sonrisa, la adoro. Adoro cuando me coges de repente como un loco,  tus abrazos, tus besitos por toda toda la cara, tus chistes malos y tus "gracias". Me encanta que me hagas reír, que me busques mis cosquillas aunque no tengas suerte. Me gusta cuando me miras y cuando sonríes sin ninguna razón porque te devuelvo mi sonrisa, esa, esa es la sonrisa que me vuelve loca. Me encanta que cuando hablas, aunque el tema no vaya conmigo, yo te miro y me encanta la forma en la que te expresas y la emoción que le hechas, que no pares de mirarme ni un sólo segundo. Adoro que me hagas sorpresas y bromas, esas tan peculiares en ti, y que cuando me enfade por tonterías, vengas a los cinco minutos y resuelvas todo. Me encanta que me digas que te cuente algo, aunque no te interese, porque sabes que lo odio. Adoro tu forma de hablar, tus gestos y tu forma de ser. Me encanta estar contigo porque se me olvida todo. Adoro que me llames por teléfono a las tantas, y que me digas que sólo es para escuchar mi voz y poder dormirte con ella.
Supongo que en realidad, no adoro todo eso. Me gusta solamente porque lo haces tú, porque es a ti a quien quiero más que a nada.




ciento y dos.

Cambios. Siempre, todo el mundo ha tenido miedo a cambiar, ya sea de rutina, de dejar de realizar algo que estamos haciendo, no queremos que acabe una serie, no queremos dejar el colegio o instituto, no queremos que se acabe ninguna relación.. siempre es difícil llevar a cabo todo tipo de cambios.
Aunque hay veces que los realizamos por necesidad, porque estamos en un agujero, porque sentimos que el problema es circular, por mucho que hagas, siempre llegas al mismo sitio, no puedes más, necesitas hacer algo, por mucho que duela y cueste.. pero que sabes que en un futuro siempre va a ser mejor.
No hay que centrarse siempre en el presente como dicen. También debemos de echar una pequeña ojeada hacia el futuro, imaginárnoslo por un momento.. porque no merece la pena estar perdiendo el tiempo en algo que sabemos que no nos va a beneficiar, en algo que sabemos que a la larga va a empeorar. 
Ahí es cuando uno, decide entre cambiar y seguir hacia adelante, o quedarse estancado.
Hay que tomar riesgos, porque ya sabemos lo que dicen: "quien no arriesga, no gana".

19 de mayo de 2011

Cien y uno.

Es simple, es un sube y baja. Unos días me veréis comerme el mundo, y al momento el mundo me comerá a mí.
¿Bipolar? Para nada. Cambio mucho, es decir, puedo estar todo el día riéndome a la mínima, por cualquier tontería, hasta que llega el momento en el que se me cruza un cable, y puedo ser lo más insoportable que puedas encontrar hasta el momento.
Pero todo tiene sus motivos, sus comida de cabeza, cada vez que te pones a pensar, cuando te pones a analizar, cuando simplemente.. recuerdas.
Bipolar es cuando presentas cambios de ánimo repentinos, sin motivo alguno, tipo Félix vamos.. pero las cosas no son así, siempre hay algo, algo que te jode la existencia, que recuerdas en un momento y no puedes en ese momento estar bien, te mustias. Pero la gente de alrededor, la que importa de verdad, se da cuenta.. entonces gracias a ellos vuelves a estar como siempre, y a olvidar esos problemas. Ahí está el motivo del otro cambio.