expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

29 de noviembre de 2010

cincuenta y cuatro.

¿Qué pretendes? ¿Qué quieres que haga yo ahora? ¿Por qué? ¿Por qué ahora?.. 3 meses que llevo sin ti, y sin duda alguna te podría decir que de estos 90 días justos, 89 he estado pensando en ti, día tras día, segundo tras segundo.. me arriesgué en su momento, y lo conseguí, fuiste mío, solo mío.
Pero todas las rosas tienen alguna espina, y justamente la tuya me dio donde más me dolía, 
-¿Me hablaras, verdad?. -Claro, esto no va a cambiar nada entre nosotros. 
Vaya falacia más grande, que gran mentira.. ¿que no iba a cambiar? por ese motivo pasas delante de mi cara sin ni siquiera mirarme, ni dirigirme una de esas miradas que tanto me hacían erizarme. 
Pensé en decírtelo, no podía pasar más tiempo de esta manera, no podía pasar tantos días sufriendo, sabiendo que a lo mejor el mejor remedio era tu vuelta, y lo hice, si, lo hice. Me volví a arriesgar, pero esta vez fracasé, lo dejaste bien claro: "No quiero".. dios, que dolor, cuánto lloré, pero decidí después de esas palabras enterrarte en lo más fondo, y seguir para adelante, y lo conseguí. Pero, ahora que lo he conseguido.. ¿me vuelves con estas? ¿ahora si que me quieres? ¿ahora te molesta que sea feliz con otra persona? no sé lo que pretendes apareciendo de la nada y diciéndome todo esto que me dices, pero, solo te puedo decir que: "los trenes pasan tan solo una vez" y el tuyo pasó dos, y no va a haber una tercera, es tarde. 
Pero eso si, recuerda que te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario