expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

6 de julio de 2011

Te quise, te quiero y te querré

Lo he conseguido, he conseguido volver. Me ha costado tanto, y aún no estoy del todo bien, con las fuerzas suficientes para enfrentarme a todo lo anterior, pero poco a poco, sin prisas.
Te he echado muchísimo de menos, te he extrañado, te he buscado, te he necesitado, te he querido tanto.. y he hecho lo imposible por hacer que volvieras, para ser los de siempre. Pero no te has dado cuenta; has preferido seguir con tu vida, la libertad, el poder tener a otras, y no me queda otro camino que seguir adelante, no hay otra salida.
No quiero olvidar absolutamente nada, porque lo nuestro no fue ningún error, no fue algo de un momento, no fue un calentón.. yo sé que lo nuestro fue algo especial, único, de verdad. Sólo que no todo lo bueno dura para siempre, aunque los recuerdos hacen que se convierta en algo increíble.
No encajamos, simplemente eso. No hubo error alguno, no hubieron fallos, ya que, si fuiste feliz, ¿dónde está el error?
No quiero olvidar ninguna tarde, no quiero olvidar ninguna de las tonterías, no quiero olvidar nuestros sueños, no quiero olvidar tus caricias, nuestras aspiraciones, no quiero olvidar ninguno de nuestros lugares, no quiero olvidar tus abrazos, no quiero olvidar nuestras noches al teléfono, esas conversaciones de tantas horas, no quiero olvidar los nervios por volver a vernos, no quiero olvidar nuestras canciones, no quiero olvidar nuestros piques y la manera en la que los solucionábamos, no quiero olvidar nuestros momentos, nuestras lágrimas, nuestros mimitos, nuestros besos.. no quiero olvidarte.
Siempre vas a estar ahí, en el recuerdo.
Te quiero.

27 de mayo de 2011

ciento y tres.

Me encanta tu sonrisa, la adoro. Adoro cuando me coges de repente como un loco,  tus abrazos, tus besitos por toda toda la cara, tus chistes malos y tus "gracias". Me encanta que me hagas reír, que me busques mis cosquillas aunque no tengas suerte. Me gusta cuando me miras y cuando sonríes sin ninguna razón porque te devuelvo mi sonrisa, esa, esa es la sonrisa que me vuelve loca. Me encanta que cuando hablas, aunque el tema no vaya conmigo, yo te miro y me encanta la forma en la que te expresas y la emoción que le hechas, que no pares de mirarme ni un sólo segundo. Adoro que me hagas sorpresas y bromas, esas tan peculiares en ti, y que cuando me enfade por tonterías, vengas a los cinco minutos y resuelvas todo. Me encanta que me digas que te cuente algo, aunque no te interese, porque sabes que lo odio. Adoro tu forma de hablar, tus gestos y tu forma de ser. Me encanta estar contigo porque se me olvida todo. Adoro que me llames por teléfono a las tantas, y que me digas que sólo es para escuchar mi voz y poder dormirte con ella.
Supongo que en realidad, no adoro todo eso. Me gusta solamente porque lo haces tú, porque es a ti a quien quiero más que a nada.




ciento y dos.

Cambios. Siempre, todo el mundo ha tenido miedo a cambiar, ya sea de rutina, de dejar de realizar algo que estamos haciendo, no queremos que acabe una serie, no queremos dejar el colegio o instituto, no queremos que se acabe ninguna relación.. siempre es difícil llevar a cabo todo tipo de cambios.
Aunque hay veces que los realizamos por necesidad, porque estamos en un agujero, porque sentimos que el problema es circular, por mucho que hagas, siempre llegas al mismo sitio, no puedes más, necesitas hacer algo, por mucho que duela y cueste.. pero que sabes que en un futuro siempre va a ser mejor.
No hay que centrarse siempre en el presente como dicen. También debemos de echar una pequeña ojeada hacia el futuro, imaginárnoslo por un momento.. porque no merece la pena estar perdiendo el tiempo en algo que sabemos que no nos va a beneficiar, en algo que sabemos que a la larga va a empeorar. 
Ahí es cuando uno, decide entre cambiar y seguir hacia adelante, o quedarse estancado.
Hay que tomar riesgos, porque ya sabemos lo que dicen: "quien no arriesga, no gana".

19 de mayo de 2011

Cien y uno.

Es simple, es un sube y baja. Unos días me veréis comerme el mundo, y al momento el mundo me comerá a mí.
¿Bipolar? Para nada. Cambio mucho, es decir, puedo estar todo el día riéndome a la mínima, por cualquier tontería, hasta que llega el momento en el que se me cruza un cable, y puedo ser lo más insoportable que puedas encontrar hasta el momento.
Pero todo tiene sus motivos, sus comida de cabeza, cada vez que te pones a pensar, cuando te pones a analizar, cuando simplemente.. recuerdas.
Bipolar es cuando presentas cambios de ánimo repentinos, sin motivo alguno, tipo Félix vamos.. pero las cosas no son así, siempre hay algo, algo que te jode la existencia, que recuerdas en un momento y no puedes en ese momento estar bien, te mustias. Pero la gente de alrededor, la que importa de verdad, se da cuenta.. entonces gracias a ellos vuelves a estar como siempre, y a olvidar esos problemas. Ahí está el motivo del otro cambio.

26 de abril de 2011

CIEN.

Me encanta cuando sonríe, cuando se ríe de mí, cuando bromea, cuando saca su humor en las peores situaciones, la manera en la que me tranquiliza cuando todo va mal, me encanta que me pique, me encanta que se meta conmigo, pero que luego me de un abrazo que me deje sin huesos. Me encanta también su manera de disimular, cuando se hace el enfadado, cuando se acerca y me deja con las ganas de un buen beso, cuando me pega contra la pared y me mira fijamente, cuando me coge como si fuera una pluma. Me encantan sus detalles, sus flores con papel, nuestra coca-cola, el atardecer a su lado, todos los impedimentos que hemos tenido, y todos han sido superados. Me he dado cuenta de que me encanta y de que estoy enamorada, cuando no quise dormir por la noche, porque mi vida real supero todos mis sueños.

5 de febrero de 2011

noventa y nueve.

La mayoría de las veces nos concentramos demasiado en nuestros problemas que olvidamos la posibilidad de soluciones.
Y aunque los problemas sean tan grandes o pequeños siempre nos distraen y nos alejan de lo que podemos aprender de ellos, en vez de pasar el tiempo preocupándonos, ahogándonos en frustraciones innecesarias nos haría bien analizar detenidamente de el por qué reaccionamos y buscar el lado positivo para después iniciar la búsqueda hacia una solución sólida.

3 de febrero de 2011

noventa y ocho.

Distinto, adictivo, raro, extraño, diferente, simple, grande, bonito, único, flipante, seguro, perfecto, loco, necesario, bueno, sincero.. algo increíble, sin duda alguna. A la vez estúpido, rápido, inseguro, odioso, corto, complicado, pesimista, insistente.. Sí, predominan los buenos antes que los malos.
En realidad, cuando fallas, cuando todo queda claro, te resignas, por muy fuerte que seas y por muchos intentos, no saltas ni haces nada por ello, por retener ese momento, es lo definitivo, ¿para qué intentarlo? Muchas veces es porque llegamos a un límite, donde las fuerzas y los ánimos escasean. Es un fracaso tras otro, las esperanzas se van agotando, ves que lo que haces no es suficiente, nada de lo que intentas lo es, no lo consigues. Por lo tanto no se reacciona ante la situación, y cuando deseas hacerlo, es demasiado tarde, acabó.
Luego llegan los "¿y si...?" y los arrepentimientos, pensamientos que te comen y que acaban desesperando. A lo hecho, pecho.
Es la mejor opción, creo.

noventa y seis.

Ya se que fue muy lento pero al fin lo habéis logrado. Ha tardado un universo y ahora hay que cuidarlo. Os ha costado tanto encajar vuestros abrazos, los gestos, los momentos, el orgullo y los enfados..
Y al fin llegó vuestro pedazo de verdad, la pieza que faltaba para armar el puzzle que ahora os hace caminar y que os mantiene cerca.
Tendrá que ser muy lento lo que pase a vuestro lado porque lento deja todo lento pero se ha quedado, nada de historia perfecta, es un guión con muchos fallos, la vida de cualquiera que se ha ido colocando.


noventa y siete.

Sé que no soy fácil, y que a veces manda huevos, pero aunque quiera, no puedo dejarte de mirar, pierdo la paciencia en los tiempos de espera.
Vuelve ya o por lo menos, vete para siempre, porque seguir en este ambiente no da para más. Tanto te espero, que desespero ahora me faltas, ahora te tengo, y hago recuento de lo que tengo y no tengo nada.
Hoy me he echado a perder. Cuando empiezo no paro, tengo gran facilidad en terminar de romper, lo que estaba arreglando llamando a tu buzón de voz una y otra vez.

noventa y cinco.

La paciencia es un don, dicen. Paciencia y puede que un pelín de esperanza, porque es posible que consigas lo que deseas, si estás decidido, ¿por qué no? ¿por qué tiene que salir mal?. Debemos vivir con la emoción de volver a sentir, y cuando llegue el momento, amarrarlo, que se quede el máximo tiempo posible, y durante ese tiempo, aprovechar, aprovechar cada segundo, momento, ocasión. Nunca sabes si el mañana será igual, o puede que incluso mejor. Pero mejor no arriesgarse, para luego no cometer errores ni que hayan arrepentimientos, se debe vivir, disfrutar, querer.. a más no poder.
Aunque también hablan de que la paciencia tiene un límite.

noventa y cuatro.

Noté aquello agradable que necesitaba.
Me pregunto a mí misma qué es lo que pasa, qué siento o que debo sentir. Que razones tengo para sentirlo, el por qué del porque lo hago. Pero pocas veces conseguí encontrar una buena razón. Y, por ese motivo, me he cansado, me he cansado de preguntarme, de buscar por qués, de comidas de cabeza.. ¿Razones? ¿De versas las necesito para hacer lo que quiero..?
He decidido que ahora solamente es lo que siento, y no lo que pienso, no analizo. Sé lo que debería saber. Sé como y cuánto. No sé por qué pero tampoco me lo voy a preguntar.
Ahora puedo decir que, por fin, estoy bien conmigo misma. No sé, siento ganas de todo, y de nada. No es que esté todo a mi favor, pero si gran parte.
He aprendido yo solita que tal vez no todo tenga siempre un motivo para suceder.

26 de enero de 2011

noventa y tres.

No quiero que lo intentes, quiero que lo hagas. No quiero dudas, quiero confianza. No hay gris, o blanco, o negro. O si, o no. No quiero pasar el resto de los días pensando en si hago bien, en si hago mal, en la manera en la que hablarte, en el que decirte, en que si he sido muy atrevida, en que si debería de haberte mostrado algo más, en si debería de haberme lanzado o haberme echado atrás.. no quiero pensar en un ¿y si? Quiero que sea, quiero las cosas claras, no puedo estar mucho tiempo más en esta indecisión, en este mar de dudas, en esta desesperación por saber que me depara en el futuro, por saber si mi futuro, eres .