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26 de enero de 2011

noventa y tres.

No quiero que lo intentes, quiero que lo hagas. No quiero dudas, quiero confianza. No hay gris, o blanco, o negro. O si, o no. No quiero pasar el resto de los días pensando en si hago bien, en si hago mal, en la manera en la que hablarte, en el que decirte, en que si he sido muy atrevida, en que si debería de haberte mostrado algo más, en si debería de haberme lanzado o haberme echado atrás.. no quiero pensar en un ¿y si? Quiero que sea, quiero las cosas claras, no puedo estar mucho tiempo más en esta indecisión, en este mar de dudas, en esta desesperación por saber que me depara en el futuro, por saber si mi futuro, eres .

24 de enero de 2011

noventa y dos.

Que no te engañen y te digan que el tiempo lo cura todo porque no es así. Vale, es cierto que el dolor cesa.. pero eso no quiere decir que lo olvides. Únicamente.. se aísla. Vamos poniendo capas y capas sobre las heridas que tenemos por dentro. pero éstas son realmente frágiles.. tan frágiles que se rompen con el simple echo de recordar, o echar de menos,de necesitar, de querer, de odiar, de no poder olvidar.. no te engañes a ti misma. Hay cosas que marcan para siempre, lo quieras o no. Porque el corazón perdona, pero ni olvida ni cura.

noventa y uno.


Cuando no la acaricies, ni huelas su colonia. Cuando ya no escuches su risa, ni mires a sus ojos. Cuando no la tengas en tus brazos y ella ya no se gire buscando tus labios para besarlos, cuando ella no te devuelva los abrazos, ni te mime, entonces la echarás de menos y no estará.

17 de enero de 2011

noventa.

Libre, joven y puedes hacer lo que te de la gana. Junta amigas con buena música, chicos, risas, algo de alcohol y ya tienes la noche montada. Lo intentas, toca divertirse un rato y disfrutar, sin pensar en por qués, sin pensar en nada de nada. Pero hay un problema, las cosas han cambiado, ahora es el poder y no querer.

16 de enero de 2011

ochenta y nueve.

Las luces de la ciudad no alumbran. Cuando no estás de buen humor todo parece diferente, adquiere otra atmósfera. Colores, luces y sombras, una sonrisa que no logra esbozarse, que no aflora. Mira a su alrededor. Al puente. Serán cabrones. Está lleno de pintadas¡ Mira que ensuciarlo de esa manera! Y cada una que..."Patata te amo" ¿En nombre de qué? En nombre del amor....El amor. Preguntadle por el señor amor. Eh, míster Amor,¿donde cojones te has metido?

ochenta y ocho.

Abro la puerta y entro sin llamar, traigo una oferta que no puedes rechazar.

ochenta y siete.

Que yo lo entiendo, pero explícale a mi boca que no avance, que hoy no toca

14 de enero de 2011

ochenta y siete.

Algo raro, extraño, un no saber estar, pensamientos que no llevan a ningún lado, es como un vacío. Nada, no hay nada.
Una mezcla de todo, mucha inseguridad, el doble de miedo, una impotencia al no saber controlar la situación, al no conseguir lo que uno desea. Es un estado en el que estás al borde de caer, pero rozándolo, que no te queda nada, pero no, a la vez sientes que no, que se sale de ahí, pero no se puede conseguir uno solo, siempre te va ha hacer falta esa persona.
Eso si, lo que más jode es esforzarte para nada, esforzarse y no recibir nada a cambio, es más, ocurre todo lo contrario, por lo que.. no haces nada, no te esfuerces, deja que las cosas salgan como tengan que salir, resígnate. Pero no, me es imposible no moverme por lo que quiero, no esforzarme, no hacer algo.. aunque piense" total, ¿para qué?" luego siempre lo hago, no puedo quedarme con las manos cruzadas, aunque sea una tontería intentarlo.. siempre me dejo las ganas en el intento. Puede que al final no consiga nada a cambio, puede que sea una gilipollez, pero ¿por qué no puedo cambiar las cosas? las cosas no tienen que ser así o asá, las cosas serán según tu actitud, según hayas demostrado o no interés, las cosas serán como uno mismo quiera que sean, o por lo menos, si no lo son, no resignarte. Lo has intentado, has hecho lo máximo por conseguir lo que quieres, enhorabuena, en serio. Porque muchas veces, ese esfuerzo se reconoce, ese esfuerzo vale la pena.
Cuando haya algo que quieras, corre a por él, haz lo posible por conseguirlo. Lo difícil se hace, y lo imposible se intenta.

8 de enero de 2011

ochenta y seis.

Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, pero si el hombre no gira la cabeza no cae en la cuenta.

ochenta y cinco.

Nada de lo que encontramos en la vida, nos satisface del todo, nada es para siempre, solo dura unos instantes y luego se va, como éste beso..

ochenta y cuatro.

Después de todo, los ordenadores se rompen y las relaciones se terminan.
Lo mejor que podemos hacer es reiniciar y respirar.
Tantos caminos, tantos desvíos, tantas opciones, tantos errores...
BIENVENIDA A LA ERA DE LA PÉRDIDA DE LA INOCENCIA
Nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables.

ochenta y tres.

Esto es como una partida con las cartas marcadas. Ya sabes quien va a ganar, pero tienes que jugar hasta el final.

ochenta y dos.

─ Vamos, dígalo.
─ Usted no la merece.
─ Es cierto, lo sé. Pero la necesito, y nunca necesité nada.

ochenta y uno.

Pero para que dos personas se quieran realmente, tiene que haber un acto de voluntad, una decisión, y esas dos personas tienen que vivir esa decisión todos los días, incluso cuando hay problemas, y te apetezca rendirte. Hay que aferrarse a esa decisión, a esa elección de quererse aunque ya solo penda de un hilo.

7 de enero de 2011

ochenta.

Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará.
Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estas mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazla tuya para siempre

setenta y nueve.

Estar fuera adrede todo el día para no esperar inútilmente junto al teléfono.
Cuatro mensajes, cuatro llamadas recibidas. Cuatro posibilidades, Cuatro esperanzas. 
Su voz, la idea de que a mi tambien me eche de menos,. de poder en un instante volver atrás, a entonces, volver a empezar... Sueño cada día por un instante.
La escucho con una sonrisa. Pero no puedo mentir, no a mí mismo. No era ésa la llamada que esperaba. no es un cumpleaños sin su voz.

setenta y ocho.

¿Sabes lo que se siente al ser incapaz de conciliar el sueño a las tres de la madrugada por lo mucho que necesitas a alguien?

setenta y siete.


-Es difícil hacer como si nada, actuar como si nunca te hubiera querido. No puedo evitar mirarte de reojo, recordar todo lo que tuvimos y querer que vuelvas a mi lado. ¿Sabes? Aun me dan esos escalofrios cuando pasas a mi lado. Aun puedo sentir tu boca en mi piel. Aun sigo sonriendo como una estúpida cuando te veo por las mañanas. Y es que todo empezó como un juego y terminó siendo una de las cosas más importantes en mi vida.
-Yo tampoco me he olvidado de ti.
-¿Y entonces? ¿Por qué has decidido que terminase todo?
-Porque nunca me perdonaría hacerte daño