Desde ese día sé que tengo a alguien con quien contar SIEMPRE que me haga falta, porque gracias a ese día tengo a alguien con quien hablar de TODO con quien decir las cosas sin problemas, contarle lo que pienso, desahogarme hablándole de lo que sea, escuchando también todos sus problemas y ayudándole en lo que haga falta, y en lo que se pueda, y si no se puede, se hace el esfuerzo y se intenta sacar soluciones de donde sea. Si, es esa persona a la que es mucho más que un amigo, es una parte de ti, algo que tú sientes que siempre estará ahí contigo, que si falta te sientes perdida o extraña, que siempre que te pasa algo, que estás mal o lo que sea, siempre vas a acudir a esa persona, porque sabes que es de las pocas que te van a animar y a sacar una sonrisa, por muy pequeña que sea. Esa persona que está esperándote a una hora para hablar, y te llama al darse cuenta de que tardas y que necesita hablarte, aunque sea una conversación sin sentido, o una conversación en la que quiere contarte algo, o una conversación en la que saltan las lágrimas, pero de alegría, aunque también las ha habido de tristeza, o una conversación llena de recuerdos, una conversación llena de ilusión por la espera de algo importante, una conversación con silencio por medio, una conversación en la que se planea el futuro o.. una conversación con una despedida interminable. Cualquier escusa es buena para poder hablar con esa persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario