-Nunca había sentido que tenía que congelar cada instante por miedo de que fuera el último, ni me he acostado pensando en la persona con la que pensé al levantarme, y supongo, que eso es amor. Me encantaría pedirle que respirara mi aire, para que sepa que olvidarme de ella será imposible. Ya no tengo a penas pensamientos, no tengo objetivos. He sentido como me temblaban las manos y los pies, se me han herizado los pelos cuando rozaba un centímetro mi piel con su piel. He sentido como invadía mis sueños, como me sacaba de quicio, se tropezaba conmigo. He sentido su pecho respirando contra el mio, como agarraba mi ropa. He sentido como me quería, y sobretodo, como lo quería yo a él...voy a quererte siempre.
- ¡No seas cursi! Me conformo con que me quieras cinco minutos... y luego cinco más, y cinco más...
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